ARTÍCULO FINAL SOBRE LA DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA
A lo largo del cuatrimestre hemos podido profundizar sobre 5 bloques relacionados con la Didáctica de la lengua castellana. Estos bloques son: Lenguaje, lengua y comunicación oral; Comunicación escrita: la lectura; Comunicación escrita: la escritura; El sistema de la lengua: ortografía y semántica y el último bloque era El sistema de la lengua: morfología y sintaxis.
BLOQUE I: Lenguaje, lengua y comunicación oral
En este bloque hemos podido profundizar acerca de la comunicación
ora y como trabajarlo dentro de un aula con alumnos de Educación Primaria a
través del diálogo.
El lenguaje es una característica human compleja. Como dice
Xurxo Mariño en su conferencia “los seres humanos tenemos una capacidad única y
extraordinaria para organizarnos y colaborar, gracias a la capacidad que
tenemos para transmitir nuestro conocimiento de una mente a otra mediante el
lenguaje”. El vídeo completo de Xurxo Mariño en el que habla sobre la evolución del lenguaje se puede ver en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=fsVGhxMM3B8
Desde hace muchos años psicólogos y lingüistas estudian la
relación que existe entre el pensamiento y lenguaje, pero todavía no han
concluido si primero se desarrolla el lenguaje o el pensamiento. Me resulta más lógico pensar que
desarrollamos primero el pensamiento simbólico antes que el leguaje, ya que
para poder explicar lo que pienso y veo tengo que entender que es para poder
comunicárselo al resto. Es decir, comparto la idea de Chomsky, de que el
lenguaje primero fue un sistema para organizar nuestros pensamientos internos y
después se externalizó.
Lo que no podemos negar y podemos saber con certeza es la transmisión
cultural del lenguaje y que este no lo desarrollaríamos si no viviésemos en
comunidad, es decir, si no tuviésemos la necesidad de comunicarnos con los
demás. El ser humano es el único ser vivo que termina de desarrollarse una vez
hemos nacido, por ejemplo “el encéfalo y el sistema nervioso central de los
seres humanos y sobre todo el cerebro termina de construirse y desenvolverse en
una interacción directa con el mundo exterior y en una interacción directa
cultural con los padres” (Xurxo Mariño).
Para ver cómo ha ido evolucionando la transmisión de la información
desde la prehistoria hasta nuestros días aporto el siguiente vídeo:
El desarrollo del lenguaje influye directamente en el desarrollo del razonamiento y de la cognición. Además, es el soporte básico de la memoria, es el medio de expresión más extenso y permite la autoexpresión.
Cuando hablamos no hablamos el lenguaje si no de las lenguas,
en el mundo hay aproximadamente 4.000 lenguas vivas. Toda lengua está
constituida por el nivel sintáctico, morfológico, fonológico-fonético y
semántico. Las lenguas son sistemas de signos que permiten a todos aquellos que
las conocen, intercambiar información (Labajo, I. 2021).
Para que exista comunicación se deben dar una serie de
características dentro del proceso comunicativo. A continuación, se presentan los
6 elementos indispensables en el acto de comunicación:
- Emisor: es la persona encargada de emitir el mensaje, es
decir, se encarga de seleccionar la información que quiere transmitir al
receptor. Está relacionado con la función expresiva del lenguaje.
- Mensaje: es la información que se quiere transmitir. Está
relacionado con la función referencial.
- Receptor: es la persona que recibe el mensaje, pero para
recibir bien la información tiene que estar en disposición de escuchar y
comprender lo que el emisor está transmitiendo. Está relacionado con la función
conativa del lenguaje.
- Código: para que exista comunicación tanto el emisor, como
el receptor deben utilizar el mismo código, es decir, deben utilizar la misma
legua o grupo de signos y símbolos. Por ejemplo: si el emisor manda la
información en japonés y el receptor no entiende esa lengua, no pude haber
comunicación.
- Canal: es el medio utilizado para mandar la información. Las
dificultades en el canal se denominan “ruidos” y pueden ser ambientales
(distracciones o cortes de cualquier tipo) o personales (el emisor o el
receptor carecen de la capacidad comunicativa suficiente). Por ejemplo: si el
emisor decide mandar la información a través de un email y el receptor no tiene
internet, este no podrá recibir la información y por lo tanto no habrá
comunicación. Está relacionado con la función fática.
- Situación y contexto: siempre que hay comunicación se debe
tener en cuenta la situación o el contexto en el que se encuentran el emisor y
el receptor. No es el lo mismo comunicarse en un bar que en un juzgado.
Cada uno de los factores que intervienen en el proceso de la
comunicación da lugar a una función lingüística como se puede ver en la siguiente
presentación:
https://www.unprofesor.com/lengua-espanola/funciones-del-lenguaje-con-ejemplos-3865.html
Como vimos en los apuntes de la asignatura, según D. Hymes, la competencia comunicativa se relaciona con
saber «cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en
qué forma»; es decir, se trata de la capacidad de formar enunciados que no solo
sean lingüísticamente correctos sino también socialmente apropiados.
Michael Canale (1983) describe la competencia comunicativa
como un conjunto de cuatro competencias interrelacionadas:
- La competencia lingüística
- La competencia sociolingüística
- La competencia discursiva
- La competencia estratégica
A estas cuatro competencias, J. Van Ek (1986) añade la
competencia sociocultural y la competencia social.
El desarrollo lingüístico se inicia en Educación infantil y
continúa en toda la etapa de Educación Primaria y Secundaria. Realmente los
niños/as se comunican desde que nacemos a través de los llantos, las risas... Según
Piaget, no existe una comunicación real hasta que los niños tienen 6-7 años.
Por lo que el desarrollo lingüístico es un proceso que va de la expresión al
intercambio de información a través del diálogo en el que cada sujeto tiene su
propio ritmo de desarrollo.
Según Rocío Lineros Quintero las características de la
lengua oral son:
“1. El canal que utiliza es el canal auditivo. Audición y
fonación son dos de las operaciones complementarias de los procesos de
comprensión y expresión oral.
2. La emisión y recepción del signo es sucesiva. Hace falta
un tiempo para la emisión y recepción total del mensaje y se ha de interpretar
linealmente en el mismo momento de su producción.
3. La comunicación es espontánea. El emisor va codificando
el mensaje a la vez que lo emite, lo que da lugar a repeticiones, correcciones,
titubeos, etc. El oyente ha de interpretar y entender el texto en el momento de
la emisión tal y como se emite lo que obliga con frecuencia a suplir y suponer
informaciones que no quedan explicitas.
4. Es una comunicación inmediata en el tiempo y el espacio constituyendo
el medio más rápido de comunicación.
5. Es una comunicación efímera. Los sonidos son perceptibles
y audibles solamente durante el tiempo que permanecen en el espacio.
6. Uso de códigos paralingüísticos. Entran a formar parte de
la comunicación oral rasgos conceptuales tales como la intensidad de la voz, la
respiración, las pausas de habla, el tiempo del habla y otros elementos con
funciones psíquico-expresivas. A este respecto es frecuente hallar elementos
paralingüísticos que entran claramente en contradicción con el contenido
representado del discurso, llegando incluso a cambiar su sentido.
7. Interacción. Ciertamente es esta una de las características
más importantes de la comunicación oral: la posibilidad de interaccionar. La
posibilidad de alternar los turnos de habla hace que los hablantes vayan
modificando su mensaje según van observando las reacciones paralingüísticas de
otro, obteniendo de la copresencia de los interlocutores la dimensión
"negociable" que tiene el lenguaje.
8. El contexto extralingüístico cobra un papel importante.
La enunciación oral está fuertemente contextualizada y mediada por elementos no
lingüísticos - mímica, gestos, en definitiva, kinésica- o lingüísticos.”
Desde Educación Primaria los niños han de ser conscientes de
que, cuando se comunican en voz alta, son escuchados por otros y que deben hacerse
entender de la forma más clara que permita su nivel de desarrollo, utilizar las
palabras más adecuadas de entre las que conozcan y, ya en los últimos cursos,
escoger la forma en que debe comunicarse ese mensaje. Por lo que desde la
escuela se deben propiciar situaciones de expresión oral, individual o grupal,
dar pautas concretas sobre buenos y malos usos, aportar ideas e indicaciones
para mejorar y utilizar diversas estrategias que permitan a los estudiantes
entrenar y mejorar su expresión oral (Labajo, I. 2021). Como vimos en la
actividad relacionada con este primer bloque, es imprescindible que el aula se
convierta en un contexto estimulante y motivador, donde el respeto sea absoluto
(normas de convivencia), tanto entre los estudiantes como entre adultos y
niños, donde todos se sientan libres para equivocarse y para expresar no solo
conocimientos sino también sus emociones y pensamientos, el error debe
entenderse como una oportunidad para aprender y mejorar. El desarrollo de la
comunicación oral se debe estimular no solo desde el área de lengua; se debe
fomentar en todas las áreas de aprendizaje, ya que a hablar se aprende hablando
y para ello hay que crear situaciones donde se hable y se haga de forma
adecuada, lúdica y constructiva (Labajo, I. 2021).
“Crear es generar más y nuevas ideas con valor. Si desde la escuela fomentamos el uso de exámenes y actividades que solo tiene una única respuesta válida no les estamos haciendo ningún favor al desarrollo de su capacidad de pensar creativamente” (Angélica Sátiro). Si queremos desarrollar la creatividad de nuestros alumnos debemos dejar que expresen y exterioricen lo que piensan y sienten a través del diálogo, de la comunicación, ya que eso les permite descubrir nuevas formas de ver el mundo, diferentes puntos de vista, diferentes formas de ver la solución a un problema. No tiene sentido una educación en la que solo se les permita ir a la escuela a escuchar lo que tiene que decir el profesor, es muy importante que fomentemos una educación bidireccional en la que también se dé importancia a lo que tienen que decir ellos. Adjunto el enlace donde se puede ver la entrevista en la que Angélica Sátiro habla de como despertar la creatividad:
https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/como-despertar-la-creatividad-angelica-satiro/
Con respecto a la comprensión oral, lo primero que debemos
tener claro es que oír y escuchar son cosas diferentes. Oír hace referencia a percibir
las vibraciones del sonido; es una actividad pasiva. Sin embargo, escuchar se
refiere a la capacidad de captar, atender e interpretar la totalidad del
mensaje del interlocutor a través de la comunicación verbal, el tono de la voz
y el lenguaje corporal. Escuchar es deducir, comprender y dar sentido a lo que
se oye (Labajo, I. 2021). Esta capacidad se debe trabajar desde la escuela, es
decir, debemos enseñar a los alumnos/as a escuchar las aportaciones de sus compañeros/as,
de los docentes… ya que para que exista comunicaciones es imprescindible escuchar.
Es importante crear situaciones de diálogo sobre temas que interesen a nuestros alumno/as, sobre los que tengan conocimiento, sobre los que tengan juicios propios y visiones personales. Por ello la actividad que llevamos a cabo consistía en crear un diálogo en gran grupo sobre una problemática social, en mi caso lo centré en el mal uso que hacemos de los smartphones, ya que desde mi punto de vista es importante enseñar a los niños/as a utilizar correctamente estos aparatos tecnológicos desde que son pequeños. Para ello decidí que lo mejor era partir desde un vídeo que muestra los aspectos más negativos del uso que hacemos de los smartphones. En el siguiente enlace se puede ver la actividad que llevé a cabo:
https://viajandoporlasletrasylaspalabras.blogspot.com/2021/02/actividad-1-comunicacion-oral-el.html
Siempre que introduzcamos una actividad en clase debe ser
pensada previamente por el docente para ir guiando el proceso de enseñanza-aprendizaje
dentro del aula, es decir, todo debe tener un sentido para que los alumnos/as puedan
contextualizar el aprendizaje.
Ayudar a los alumnos a que aprendan a mantener un diálogo en
clase es fundamental que el docente conozca al grupo. Por ejemplo, en el caso de que haya niños
tímidos en clase no se les debe poner en evidencia, se les debe dar confianza
preguntándoles cosas que sabemos positivamente que conocen, es decir, se les
debe hacer sentir que su opinión nos importa y que es igual de importante que
el resto de sus compañeros/as. En el caso de que exista un niño muy hablador en
clase se debe impedir la monopolización de la clase; motivando con diferentes
temas a los indiferentes; limitando las intervenciones de los camorristas, los
preguntones y los “juerguistas”, para ello desde mi punto de vista se deben utilizar
estrategias de refuerzo positivo cuando cumplan las normas de respeto y
convivencia del aula, es decir, se deben reforzar aquellas conductas que
favorezcan un diálogo reflexivo. En el siguiente enlace se encuentra un documento
muy interesante que nos puede ayudar a poner en práctica el diálogo dentro del
aula. file:///C:/Users/marta/Downloads/7041-Texto%20del%20art%C3%ADculo-21915-1-10-20181128.pdf
Es importante tener claro que la interacción oral es una
fuente de aprendizaje y de reflexión y que por lo tanto enseñar a los niños a
pensar es un objetivo primordial de la escuela, que se lleva a cabo
fundamentalmente a través de la palabra, del diálogo entre profesor y alumnos y
se da tanto en relación con contenidos y actividades relacionados con las
diversas áreas, como a partir de la reflexión sobre experiencias vividas y
acontecimientos sociales (Bikandi Ruiz, U.).
Para favorecer la comunicación dentro del aula se pueden
poner en práctica diferentes estrategias como son:
- Comunicaciones plurales (pequeños grupos o gran grupo):
lluvia de ideas, conversaciones, diálogos, entrevistas, debates, y puestas en
común.
- Comunicaciones singulares: exposición, monólogo, charla,
cuentacuentos, narración de historias, verbalización de trabalenguas, chistes,
cuentecillos de fórmula, etc.
Con el fin de fortalecer y expandir el lenguaje oral de los
alumnos, es importante que el educador considere las siguientes recomendaciones:
- No descalificar la acción de hablar ante los alumnos con
refranes, como, por ejemplo: "En boca cerrada no entran moscas ",
" Quien mucho habla, poco piensa". Es más pedagógico educar en el
respeto, en la escucha y en conocer los momentos en los que la participación
resulta adecuada.
- No interrumpir las comunicaciones espontáneas de los alumnos,
- Interesarse y aprender de las experiencias reales de los
alumnos, especialmente cuando ellos pertenecen a grupos socioeconómicos o
étnicos diferentes a los del educador.
- Construir un ambiente que favorezca las conversaciones.
- Apoyarse en los recursos mnemónicos de la oralidad
- Enriquecer el vocabulario de los alumnos a través de la
audición de la versión escrita de textos narrativos o expositivos, propios o
ajenos, que correspondan a sus conocimientos e intereses.
- Estimularlos a tomar la palabra para expresar ante
auditores sus discursos de tipo descriptivo y narrativo que les son familiares
y que vinculan saberes ligados a tópicos recurrentes; especialmente, historias
de acciones humanas o mágicas, leyendas y mitos.
- Estimular su manejo flexible de otros tipos de
organización del discurso como por ejemplo los comentarios argumentativos o
cronológicos.
- Crear situaciones que requieran efectuar entrevistas con
un propósito claro para el entrevistador y el entrevistado.
- Estimular el pensamiento creativo o divergente.
- Apoyar a los alumnos a desarrollar ciertas competencias
metacognitivas que les permitan convertir su propia experiencia de auditores y
hablantes en ocasión de aprendizaje, desarrollando la capacidad de
reflexionarla críticamente
Para favorecer un aprendizaje significativo es
imprescindible realizar evaluaciones y autoevaluaciones después de realizar
cualquier intervención comunicativa oral en las que, tanto los participantes
como sus iguales y el adulto valoren la experiencia y aporten ideas para la
mejora (Labajo, I. 2021).
En nuestra evaluación tendremos en cuenta la escucha activa,
la participación en los momentos adecuados, la coherencia de las aportaciones
en relación con lo que se está hablando, la claridad en la explicación y en la
argumentación, la vocalización, la pronunciación y el uso correcto de la
gramática (morfosintaxis y semántica). Una buena opción para evaluar y que los
alumnos/as puedan autoevaluar su proceso de aprendizaje son las rúbricas de
evaluación, como las que nos ofrece el Instituto Cervantes en el siguiente
enlace:
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cap_03_03.htm
Con ellas la evaluación del dominio es progresiva y
formativa y los niños/as pueden conocer en qué punto del proceso se encuentran
en el desarrollo de los diferentes aspectos y qué pueden hacer para evolucionar
y mejorar. Pueden autoevaluarse y programar sus metas personales. Con las
rúbricas se consiguen evaluaciones transparentes retroalimentando positivamente
los puntos fuertes, potenciando la mejora de los puntos débiles y haciendo a
los niños copartícipes de su propia evolución (Labajo, I. 2021)
BLOQUE 2: Comunicación escrita: La lectura
Como ya sabemos, podemos comunicarnos a través del lenguaje oral o del lenguaje escrito. Primero desarrollamos el lenguaje oral y posteriormente el lenguaje escrito, este último es más complejo que el primero ya que no es algo innato en el ser humano, debemos aprenderlo, es decir, debemos aprender a leer y a escribir. Por lo que la base de la lectura y la escritura es el lenguaje hablado. Los niños que tienen mayor facilidad para comunicarse, más riqueza de vocabulario y fluidez, son los primeros que empiezan a leer (Labajo, I. 2021).
Hablar, escuchar, leer y escribir son las cuatro habilidades
lingüísticas básicas que el alumno debe aprender, desarrollar y perfeccionar en
las diferentes etapas educativas. De estas habilidades lingüísticas la lectura
es la más trabajada históricamente pero también la que peor se suele trabajar. (Labajo, I. 2021).
Pero ¿qué es la lectura? ¿en qué consiste leer? Leer no es
simplemente descodificar un escrito. Leer consiste en entender y comprender lo
que se ha leído, teniendo en cuenta que Comprender no es saber repetir lo
que dice un texto… ni siquiera con las propias palabras. Comprender significa
interpretar lo leído a partir de unos conocimientos, unas intenciones y unas
expectativas intelectuales y/o afectivas. (Víctor Moreno, Leer para
comprender, 2003)
La lectura no debe ser un trabajo más que debemos añadir a
nuestras múltiples tareas académicas, sino que la lectura forma parte de todas
las tareas académicas, es decir, está en presente en todos los ámbitos de
nuestra vida, por lo que nosotros como docentes debemos preocuparnos y ocuparos
de que los alumnos/as aprendan correctamente a leer ya que es una parte muy
importante de nuestro aprendizaje.
Leer es un acto voluntario de comunicación escrita mediante
el cual el lector descodifica y atribuye significado (denotativo y connotativo)
a un texto redactado (codificado) por un emisor (escritor o redactor) que habitualmente
se halla ausente del acto comunicativo (Labajo, I. 2021)
La verdadera lectura comprensiva es ideovisual, es decir, va de la percepción visual de los signos a la atribución directa del significado. El esquema básico explicativo del acto lector sería:
La lectura ideovisual es siempre silenciosa, de modo que saber leer es tratar con los ojos un lenguaje que está hecho para los ojos. La principal diferencia entre la lectura ideovisual y la lectura descodificadora es que en la lectura ideovisual, todo el trabajo cognitivo se centra en la “comprensión” del texto, mientras que, en la lectura descodificadora, el trabajo cognitivo se dirige más bien a “identificar los códigos” (sonidos) que corresponden a cada uno de los grafemas (Labajo, I. 2021).
El acto lector utiliza, a partir de la percepción del signo
visual, los procesos de comprensión, atención y memoria, las tres actividades
principales de la mente. La atención, enfocada a la lectura, es concentración
en el acto de leer. La atención lectora tiene que ver, fundamentalmente, con
tres elementos: el lector, el texto y el objetivo pretendido. Es imprescindible
elegir buenos momentos para la lectura. El texto debe presentar alguna
motivación para el lector ya sea intrínseca o extrínseca (Labajo, I. 2021).
Como hemos visto en los apuntes, la memoria es absolutamente
imprescindible a la hora de realizar el acto lector. Cuando leemos, utilizamos
continuamente la memoria para relacionar elementos entre sí, para otorgarles
significados y para interpretar estos desde nuestra propia visión del mundo o
desde el punto de vista del autor. En el acto lector intervienen tanto la
memoria a corto plazo, la memoria a medio plazo y la memoria a largo plazo. La
memoria a corto plazo nos sirve para ir ensamblando los fragmentos
significativos que vamos extrayendo del texto en cada una de las fijaciones que
realizamos y para relacionar los datos que aparecen en el texto. La memoria a
medio plazo nos sirve para establecer relaciones entre lo que estamos leyendo y
lo que hemos leído hace poco tiempo. También nos sirve para relacionar los
contenidos de las actividades de nuestros libros de texto con los temas que se
han estudiado o trabajado. La memoria a largo plazo nos sirve para todos los
demás aspectos que intervienen en la lectura. Para leer bien se hace
imprescindible trabajar convenientemente los tres tipos de memoria y
relacionarlos continuamente con la atención, la habilidad visual y la
comprensión de los aspectos concretos y los de carácter global (Labajo, I. 2021).
Leer es buscar respuesta a una pregunta; es un acto
voluntario y libre. Si no existen interés ni ganas de leer, o no se está
motivado por múltiples e ineludibles preocupaciones, no se dará la comprensión
y, por tanto, no habrá lectura (Labajo, I. 2021). Además, el lector interactúa
con el texto en un contexto determinado: el texto no dice lo mismo para todos
los lectores ni dice lo mismo a un lector en momentos diferentes (Iza
Dorronsoro, L.). Como dice el anterior autor en el documento “El plan de
lectura en los centros de Educación Infantil y Primaria” la competencia lectora
incluye una compleja gama de conocimientos y destrezas. La lectura pone en
acción múltiples procesos cognitivos y metacognitivos en los que intervienen la
capacidad de razonamiento, la memoria y los conocimientos previos del lector.
Dicho documento me ha parecido de gran interés para trabajar la lectura
correctamente desde los centros y las aulas. Además, me fue de gran ayuda para
desarrollar la actividad que debíamos hacer en este bloque, ya que consistía en
elegir un texto para trabajar la lectura comprensiva y desarrollar diferentes
actividades para trabajar la memoria a corto plazo, para favorecer la atención,
para favorecer la habilidad visual y, por lo tanto, la fluidez y de
comprensión. En mi caso elegí un texto informativo dirigido a 5º de Educación
Primaria. En el siguiente enlace se puede ver la actividad que llevé a cabo: https://viajandoporlasletrasylaspalabras.blogspot.com/2021/03/actividad-2-comunicacion-escrita-la.html
Existen varios métodos para enseñar a leer como se recoge en la siguiente imagen:
Las metodologías más actuales suelen basarse en las de base
analítica y/o mixta y suelen partir de la base de que el niño aprende a partir
de su propia motivación y de la mediación adulta (más o menos dirigida),
creando hipótesis y contrastándola con otros hechos lingüísticos. El
aprendizaje se basa en la lectura y la escritura en situaciones comunicativas,
funcionales y significativas (Labajo, I. 2021).
Como aporta Labajo, I. (2021), España es uno de los pocos
países de la UE en los que seguimos utilizando metodologías de base sintética
que se fundamentan exclusivamente en la ruta fonológica. Y, curiosamente,
España es uno de los países de la UE en los que los chicos obtienen peores
resultados en las pruebas internacionales de lectura y en los que hay una mayor
incidencia de trastornos relacionados con el lenguaje escrito. Esto es debido a
que acostumbramos a sus cerebros a descodificar (ruta fonológica) en lugar de
acostumbrarlos a reconocer y a otorgar significados directamente, es decir, a
comprender (ruta ideovisual). Por lo que es importante que los docentes cambiemos
los métodos para enseñar a leer basándonos en las metodologías mixtas (para
trabajar tanto la ruta fonológica como la ideovisual-global), debe ser
significativo (tanto en el sentido de que se parta de elementos significativos
de la lengua como en el sentido de que el niño encuentre un sentido real a lo
que aprende) y debe ser funcional (inspirarse en situaciones reales de lectura
y escritura, es decir, situaciones de comprensión y de comunicación, utilizando
el lenguaje escrito). Por lo tanto, los mejores métodos son los mixtos de base
analítica, ya sean tradicionales o constructivos.
Desde la escuela se trabaja tanto la lectura en voz alta
como la lectura silenciosa desde el primer curso de Educación Primaria. Una
lectura silenciosa nos permitirá conseguir mayor fluidez (rapidez) lectora que
la lectura en voz alta. La lectura en voz alta es un acto “social y público” (telediarios,
Parlamento, actos religiosos...), a diferencia de la lectura silenciosa, que es
un acto “individual y privado”. La lectura oral, por tanto, es aquella en que
el destinatario último no es el lector sino el auditorio, y su finalidad es la comunicación.
Está más cerca de un acto de expresión oral que de un acto de lectura usual y
personal para buscar placer o información. Es un acto de expresión oral muy
complicado, que hay que entrenar y trabajar desde que se inicia el aprendizaje
lectoescritor, pero de forma concreta y específica, en sí misma, y no mezclada
con la lectura silenciosa (ideovisual y comprensiva) (Labajo, I. 2021).
Durante mi período de prácticas estuve en un aula con
alumnos de 1º de Educación Primaria en el que la tutora de la clase para
practicar la lectura oral utilizaba un libro de lectura de la editorial SM.
Para llevara a cabo la lectura en voz alta pedía a uno de los niños de la clase
que comenzara a leer y después saltaba a otro alumno para que siguiera con la
lectura, así sucesivamente hasta que se acababa el texto. Desde mi punto de
vista según lo visto en los apuntes de la asignatura, la tutora de la clase
ponía en práctica la lectura en voz alta de manera incorrecta, ya que los
alumnos/as al no haber leído previamente el texto y no haberlo comprendido, estaban
verbalizando algo que no conocían, que no comprendían y que por lo tanto no podían
transmitirlo adecuadamente. El proceso adecuado en cualquier lectura oral
debería ser el siguiente (Labajo, I. 2021).:
- La persona que va a leer prepara la lectura para poder
convertirse en un buen transmisor del texto y de la intencionalidad del autor. Es
decir, lo ideal sería leer en silencio previamente el texto, tantas veces como
sea necesario, hasta que se haya entendido completamente.
- La lectura oral debe ensayarse delante de un espejo hasta
que la lectura sea fluida, atendiendo a la entonación, las pausas, el ritmo, el
volumen, la respiración y la pronunciación.
- Se realiza un “ensayo general” sin cortes ni
interrupciones intentando mirar de vez en cuando al espejo que marca dónde
estará colocado el público.
- Cuando llegue el momento, como saben lo que han de leer,
lo harán mejor que cuando "vamos a pillar", les dará menos vergüenza
y podremos darles pautas concretas para mejorar la próxima vez que les toque
leer en público. De esta forma mediaremos en su aprendizaje de una manera mucho
más activa.
- El resto de la clase tendrá el libro cerrado y escuchará
la lectura de su compañero atentamente y tratando de entenderla. Luego podemos
hacer algunas preguntas para dialogar sobre lo que se ha comprendido y podemos
pasar a que todos realicen una segunda lectura silenciosa que les permitirá
profundizar en la comprensión oral con la comprensión lectora.
El trabajo lector debe enfocarse, precisamente, a la lectura
silenciosa. Debemos incidir en el trabajo comprensivo, aunque sin olvidar las
técnicas y estrategias que faciliten a nuestros alumnos la lectura oral o en
voz alta. La lectura silenciosa es la que utilizamos habitualmente. Su objetivo
fundamental es la comprensión. Pretendemos comprender con la mayor velocidad y
la menor dificultad, el mayor número posible de palabras y, por lo tanto,
relacionar las ideas del texto con las propias experiencias y elaborar el
propio significado: lo que a nosotros nos dice ese texto. En la lectura
silenciosa se debe tener en cuenta que el tipo de texto y la comprensión de
este, influyen en la fluidez, que debe adaptarse para mejorar la comprensión.
Cassany, Luna y Sanz (1994) establecen diferentes tipos de lectura teniendo en consideración tres aspectos:
Atendiendo a la diferencia entre códigos: |
|
La lectura
en voz alta o lectura oral |
Explicada anteriormente |
La lectura
silenciosa |
Explicada anteriormente |
Atendiendo a los objetivos de la lectura: |
|
Lectura
extensiva |
Es la que
realizamos cuando leemos textos completos con el fin de comprender su sentido
general. la fluidez depende del conocimiento general del vocabulario y de la
sintaxis del idioma en que se lee. muchas de las lecturas voluntarias que
hacemos al cabo del día, son extensivas. |
Lectura
intensiva |
Es la que
realizamos cuando tratamos de obtener informaciones concretas de un texto. La
atención constante y la memoria enfocada al trabajo a corto y medio plazo, son
imprescindibles para estas actividades. Nuestra fluidez deberá adaptarse
conscientemente al objetivo de la lectura y, por ello, será más lenta que la
lectura extensiva. |
Lectura
rápida y superficial |
Es la que
siempre hemos llamado «de búsqueda». Su objetivo es el de encontrar elementos
significativos o necesarios en un texto. Es una lectura muy fluida en la que
la atención no se dirige a la comprensión sino al descubrimiento. |
Lectura
involuntaria |
La realizamos
«sin querer» cuando encontramos un texto ante nuestros ojos – en la calle, en
las paredes del colegio, en las puertas de las casas… |
Atendiendo a la velocidad de la lectura |
|
Lectura
integral |
Leemos todo
el texto, que a su vez puede ser reflexiva, cuando implica la comprensión
exhaustiva y el análisis minucioso y, por lo tanto, es más lenta |
Lectura
selectiva |
Escogemos
solo partes del texto que tienen la información que estamos buscando |
BLOQUE 3: La comunicación escrita: la escritura.
Como sabes la comunicación escrita es una forma de comunicación verbal. Por ello debemos aprender a escribir y a comunicarnos a través de la escritura correctamente. Como aporta Labajo, I. (2021) el enfoque actual sobre el desarrollo de la escritura en el aula de primaria puede recogerse en dos reflexiones:
- Aprender a escribir es aprender a usar la lengua escrita en una gran diversidad de situaciones.
- La escuela ofrece, o debería ofrecer, una gran diversidad de situaciones de uso de la lengua escrita a lo largo de la escolaridad, algunas de ellas de gran complejidad, como por ejemplo las relacionadas con las diferentes materias del currículo. Pero además la escuela debe plantearse también de qué forma facilita a los alumnos el acceso a los géneros sociales: literarios, periodísticos, etc.
¿Qué es la escritura? Es el proceso por el que se
pasa de la posesión interna de un concepto, idea o pensamiento a la
transformación de ese concepto, idea o pensamiento mediante una codificación de
símbolos gráficos, con intención comunicativa (Labajo, I. 2021).
Debemos diferenciar el desarrollo de la grafomotricidad y la
caligrafía, cuyo objetivo es meramente formal de la comunicación escrita
funcional que implica aspectos cognitivos mucho más complejos. Como hemos vista
en los apuntes, la grafomotricidad, solo es utilizada en la escritura
manuscrita, es el control motor asociado a la grafía, que implica
direccionalidad, tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial.
Se trata de un aprendizaje lento y complejo que debe iniciarse en edades
tempranas (Educación Infantil).
Como dice Labajo, I. 2021, en la escritura, además de la
pura actividad grafomotora, intervienen otras habilidades tales como: percepción-discriminación visual, correcta
integración viso-auditiva, desarrollo de las estructuras temporales, memoria
auditiva y visual, lateralidad correcta y direccionalidad izquierda-derecha. Para
poder comunicarnos por escrito, utilizamos los grafemas, a través de la
codificación léxica (se encuentra gabada en la memoria a largo plazo) en la que
está implicada la ruta fonológica (se activan las reglas de conversión entre
grafema y fonema) y la ortográfica (se activa la información léxica, la palabra
total, generando tres tipos de información: semántica, fonológica y ortográfica).
En el aprendizaje de la escritura manuscrita, el niño debe
superar dos obstáculos de forma sucesiva: la adquisición de la forma de las
letras y la adquisición de la trayectoria de la escritura. Por otro lado, los
factores que influyen en el desarrollo de la grafomotricidad son: factores
físicos-fisiológicos, factores psíquico- cognitivos y los factores socioculturales
(Labajo, I. 2021).
Existen diferentes métodos para trabajar el desarrollo de la
escritura, como se recoge en la siguiente tabla:
Métodos de base sintética |
Trabajan de
la síntesis al análisis, de las partes más pequeñas a las mayores por medio
de la composición. No hay unanimidad en el orden en que deben introducirse
las letras, aunque todos los métodos comienzan por las vocales y van
introduciendo las consonantes para poder crear sílabas y palabras. Las vocales
suelen secuenciarse por su facilidad y similitud en el trazado (i, u, a, o,
e). Las consonantes se introducen teniendo en cuenta la facilidad de trazado
o/y la frecuencia de uso. Normalmente se comienza por la n y se continúa con
otros trazados similares |
Métodos de base analítica |
El acercamiento a la escritura pasa por dos fases diferenciadas: El descubrimiento y reconocimiento de la grafía y la automatización de la grafía. El niño utiliza estrategias distintas entre los 3 y los 8 años a la hora de apropiarse de la escritura alfabética. A los 3 años utilizan la estrategia pictográfica, a los 4 años la estrategia logográfica, a los 5 años la estrategia alfabética y a los 6 años la estrategia ortográfica. |
Metodologías de base constructivista |
Lectura y
escritura están íntimamente relacionadas y no existe un conocimiento previo
del código por lo que no se trabajan actividades previas de desarrollo
grafomotriz ni de trazado de grafías. El aprendizaje de la lectoescritura se
fundamenta en los siguientes momentos: Aproximación global al lenguaje
escrito, enfrentamiento analítico con material escrito, leer y compartir
significados y la escritura espontánea. |
Según la RAE, la caligrafía tiene varias acepciones:
1. f. Arte de escribir con letra bella y correctamente
formada, según diferentes estilos.
2. f. Conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de
una persona, de un documento, etc.
En el ámbito escolar, entendemos caligrafía como “buena
letra” y, en algunas ocasiones, como “letra bonita”. La caligrafía, por tanto,
es una proyección de la grafomotricidad: una vez que los niños son capaces de
trazar todos los grafemas de forma adecuada, la escritura manuscrita debe
seguir entrenándose y desarrollándose con dos objetivos fundamentalmente:
legibilidad y claridad (Labajo, I. 2021).
Para desarrollar correctamente tanto la grafomotricidad como
la caligrafía se deben tener en cuanta diferentes factores, como son los siguientes:
correcta postura a la hora de escribir, para ello el mobiliario debe estar
adaptado a su tamaño y se debe tener una correcta postura de la mano, el brazo,
y los dedos. Por otro lado, hay que tener en cuenta el movimiento gráfico y la
presión que se ejerce sobre el papel, la velocidad y el ritmo.
Es importante cuidar nuestra caligrafía ya que funciona como
carta de presentación al igual nuestra su forma de vestir o nuestra forma de
actuar, por ello es importante hacerles entender a los niños la importancia de
una buena caligrafía. Los errores que suelen cometer los alumnos/as en
caligrafía son fácilmente evitables si se trabaja de forma sistemática, pero no
debería hacerse sin que los propios niños entiendan, acepten y hagan suya la
necesidad de mejorar sus elaboraciones manuscritas. La única forma de mejorar
nuestro trazado es copiando y repitiendo grafías, palabras y frases (Labajo, I.
2021).
La actividad de este bloque consistía en elaborar un entrenamiento por modelado (copiado) para que los niños de 2º, 4º y 6º de Educación Primaria con retraso escritor mejoraran su competencia caligráfica. En mi caso decidí partir de sus intereses personales para que la actividad de copiado no les resultara tan aburrida. Dicho entrenamiento debe tener carácter de rutina (no más de 10 minutos) para que los alumnos adquieran un hábito de escritura y mejoren su caligrafía progresivamente. Sin embargo, yo pensé en trabajar esas actividades en el aula para que los alumnos no las relacionaran con deberes extra sin darme se cuenta de que dicha rutina también deben hacerla en casa por dos motivos: para no poner al niño en evidencia delante de sus compañeros y para convertir el resultado del entrenamiento en un reto personal, no escolar. Por otro lado, es importante que los niños puedan autoevaluar su progreso por eso al finalizar cada semana en los tres casos pensé en que lo mejor sería que el docente y el alumno analizaran el trabajo semanal acompañando ese momento de comentarios constructivista, para animar al alumno/a a esforzarse y mejorar en su progreso. En el siguiente enlace se puede ver la actividad que realicé:
Una página web que me ayudó bastante a orientarme sobre el tipo de rayado que utilizan los alumnos en los diferentes cursos en la Etapa de Educación Primaria fue esta: https://escolofi.com/tipos-de-rayado/
Actualmente la escritura digital está ganando mucho
protagonismo debido al uso de la tecnología. De hecho, Finlandia ha anunciado
que abandona la enseñanza de la caligrafía en los colegios, y la sustituirá por
el aprendizaje de la mecanografía y el uso del teclado ya que la caligrafía se entiende
como una habilidad anticuada, cuyo aprendizaje ya no aporta especialmente nada
desde un punto de vista práctico al desarrollo de la persona. En España, es
posible que, a lo largo de este siglo, veamos desaparecer la escritura
manuscrita en las aulas, pero por el momento, los colegios españoles no están
preparados para abordar una escolarización estructurada exclusivamente en el
formato digital (Labajo, I. 2021).
Además del desarrollo de la escritura desde la escuela
debemos enseñar a los alumnos/as a redactar, es decir, debemos enseñarles a poner
un texto por escrito con coherencia y cohesión. Para ello se les debe enseñar
que cada texto tiene unas características concretas, por lo que debemos enseñar
a los niños/as a elaboren textos reflexionando sobre lo que quieren decir y
expresándolo de forma clara y ordenada.
Aprender a redactar correctamente es complicado, por ello
una estrategia que puede ayudar a los alumnos a mejorar en sus redacciones, es
leer el texto en voz alta y que tanto el docente como sus compañeros puedan
hacerle aportaciones para mejorar tanto los aspectos formales como los de
contenido.
Para ayudarles en su proceso de redacción debemos
inculcarles, desde el primer curso, el siguiente esquema básico de expresión
escrita:
1º anotar ideas que van surgiendo en una hoja en sucio.
2º ordenar las ideas teniendo en cuenta que un texto siempre
debe tener una introducción, un desarrollo y una conclusión. En las narraciones
la estructura del texto es: introducción, nudo y desenlace.
3º realizar un borrador del texto que pueda ser modificado
cuando volvamos a leerlo despacio y en voz alta si es posible.
4º Realizar una revisión sobre la puntuación, la expresión,
la acentuación y las redundancias.
5º Volver a realizar las correcciones oportunas
6º Por último, pasarán a limpio su creación.
Gracias a este trabajo se desarrollará el razonamiento
lógico y la estructuración mental, la atención, la paciencia y, obviamente, las
habilidades lingüísticas escritas (Labajo, I. 2021).
A continuación, se presenta una infografía que resume el Decálogo
Cassany, el cual se desarrolló en los años 90 por Daniel Cassany para la
enseñanza de la composición escrita:
Ducha infografía se puede encontrar en el siguiente enlace: https://clic.es/formacion/leer-y-escribir-en-el-aula-con-daniel-cassany/
Los niños aprenderán a resumir siguiendo los siguientes
pasos (Labajo, I. 2021):
1- Leer silenciosamente todo el texto.
2 – Separarlo en párrafos.
3- Leer cada párrafo subrayando las ideas más importantes de
cada uno. Si es necesario, escribir notas al margen.
4- Convertir lo subrayado en un esquema.
5- Ordenar las ideas y redacta el resumen tratando de ser
claro, exacto, coherente y fiel a lo que se va a resumir.
6- Revisar lo escrito y suprimir los términos inadecuados
corrigiendo a la vez la puntuación y la ortografía.
Anteriormente se ha reflejado que se debe enseña a los
niños/as a redactar diferentes tipos de texto teniendo en cuenta sus características,
en la siguiente tabla se recogen los diferentes tipos de textos.
Textos informativos |
Su objetivo
es dar a conocer algo, añadir nuevas ideas, nuevos conocimientos o nuevas
creencias a los receptores. Estos son los
que más se utilizan en Educación Primaria. Pueden ser de 4 tipos: |
Narrativos |
Relatan
acontecimientos. Pueden ser literarios o no literarios. |
Descriptivos |
Presentan
personajes, objetos, espacios, etc. También pueden ser literarios o no
literarios. |
||
Instructivos |
Tienen el
objetivo claro de ilustrar y de transmitir conocimientos. Pueden ser de
carácter científico o de divulgación (estos son los que se utilizan en
Educación Primaria). |
||
Explicativos |
Amplían la
información que se posee sobre un tema argumentando, ejemplificando o
extendiendo algunos de los aspectos más complicados o menos conocidos por los
receptores. |
||
Textos persuasivos |
Su propósito
es convencer de algo, modificar ideas conocimientos o creencias. |
|
|
Textos prescriptivos |
Son
normativos y pretenden introducir nuevas pautas de acción o modificar las
acciones ya en curso. |
Para evaluar la expresión escrita se puede utilizar la siguiente
rúbrica de evaluación elaborada por el equipo de profesores del colegio Santo
Ángel de Huelva que aparece en los apuntes de la asignatura:
BLOQUE 4: El sistema de la lengua: ortografía y semántica
Para enseñar ortografía se deben tener en cuenta 4 aspectos básicos:
- En la edad escolar es difícil alcanzar el dominio de las nociones lingüísticas e históricas que rigen la normativa ortográfica.
- La imposibilidad de regularizar la variedad ortográfica evitando excepciones hace que éstas deban memorizarse y solo se integrarán con su uso continuado.
- El aprendizaje memorístico de las normas no implica el correcto uso en la escritura. Aceptar y memorizar la norma no es difícil, pero llegar a la aplicación es muy complicado. Requiere tiempo y, sobre todo, el uso funcional y significativo del aprendizaje aplicado a la lectura analítica y a la escritura reflexiva.
- La perfección ortográfica normativa suele adquirirse tarde, asimilada por la lectura y la observación, al margen
Como hemos visto en los apuntes, el lingüista Noam Chomsky demostró
que, en el proceso de codificación léxica (cuando escribimos), el primer paso
consiste en pensar lo que queremos decir, el segundo, en organizar esos
significados en significantes gramaticalmente correctos (morfosintaxis), el
tercero, en atraer la representación mental visual de la palabra (con todas sus
características ortográficas) y, el cuarto, representarla gráficamente por
procesos motores.
Nuestra ortografía, por lo tanto, se fundamenta en la ruta
visual (globalidad de la palabra) para la codificación y la descodificación.
Sólo en los casos en que no conocemos la palabra, usamos la ruta fonológica
(partes de la palabra) y nuestros conocimientos sobre las normativas ortográficas
(Labajo, I. 2021).
Para que los niños/as adquieran correctamente la ortografía
desde que tienen su primer contacto con los textos escritos, debe ver, leer y
escribir las palabras correctamente. No se puede postergar esta tarea “hasta
que tenga que estudiar la ortografía” porque si se acostumbra a ver palabras
mal escritas, la memoria ortográfica aceptará cualquier modelo, correcto o
erróneo de la palabra. Por lo que las bases fundamentales para el trabajo
ortográfico son la atención, la memoria visual y el uso funcional de la
escritura. Las tareas que se realicen para mejorar la ortografía de los alumnos
han de ir enfocadas en esa dirección (Labajo, I. 2021).
La penalización por mala ortografía es una de las únicas (si
no la única) que se practica en la escuela primaria. Con ella solo se consigue
que los chavales odien este aspecto de la lengua. En lugar de castigar los
errores, deberíamos tratar de aprovecharlos para aprender y mejorar. es
importante tener en cuenta que la lectura silenciosa ideovisual no fomenta la
buena ortografía porque el ojo no ve todas las letras de las palabras. La
lectura atenta o la lectura en voz alta (sobre todo si se prepara) son ideales
para la mejora ortográfica (Labajo, I. 2021).
A la hora de plantear cualquier actividad para nuestros
alumnos, sean las de los libros de texto, sean las de los materiales
complementarios y/o digitales que empleamos en el aula o sea una propuesta
propia, siempre tendremos en consideración el siguiente proceso de trabajo:
La semiótica se ocupa del sentido otorgado a cualquier señal
(naturales o intencionadas) y a los procesos de producción e interpretación en
un contexto social o cultural determinado (Labajo, I. 2021).
La semántica se refiere, en exclusiva, al estudio del
significado y la interpretación de los signos lingüísticos. Atiende no solo al
significado de las palabras (conocido como vocabulario), sino también al
significado de frases hechas, expresiones habituales, figuras expresivas
relativas al significado (metáforas, metonimias, etc.) y construcciones
diversas en un contexto determinado (Labajo, I. 2021)
Como vemos en los apuntes, según la Real Academia Española de la Lengua se llama vocabulario al “conjunto de palabras o vocablos que constituyen una lengua”. Cuando los niños aprenden vocabulario no podemos olvidarnos de todos los niveles de la lengua: fónico, ortográfico, semántico y morfosintáctico, ya que, al aprender una nueva palabra, aprendemos consigo su articulación, la ortografía correcta de la misma y su significado dependiendo del contexto en el que se encuentre. Para que los alumnos amplíen su vocabulario siempre debemos partir de sus conocimientos previos, ya que si empezamos a hablarles de cosas que desconocen por completo no podrán relacionarlas con lo que ya saben y por lo tanto no ampliarán su vocabulario (Labajo, I. 2021).
En estas edades los niños/as escuchan gran cantidad de
palabras nuevas, por ello la labor de los docentes debe ser afianzar sus
conocimientos semánticos, fomentar la aparición de nuevas palabras en la
conversación cotidiana en el aula, ayudarles a aprehender el significado de los
términos nuevos que aparecen en los textos trabajados y hacer del trabajo con
el diccionario un juego más, ameno y significativo. Además, no debemos
olvidarnos de que los docentes somos un modelo verbal para los alumnos, es decir,
en estas edades sobre todo en los primeros años los alumnos/as copian en todo a
los docentes, por ello debemos cuidar nuestro vocabulario y ser cuidadosos en
la elección de los términos léxicos para que los alumnos aprendan correctamente
(Labajo, I. 2021).
Debemos diferenciar el vocabulario activo y el pasivo, ya
que el vocabulario activo es el que utilizamos como emisores y el pasivo, el
que no utilizamos como emisores, pero comprendemos como receptores. En el aula
se deben desarrollar ambos e incluir no sólo las palabras léxicas, sino también
las gramaticales. Para adquirir vocabulario debemos tener claro que la lectura
analítica y la escritura significativa y funcional son fundamentales. Además,
siempre se deben contextualizar las palabras dentro de sintagmas, frases o textos
(Labajo, I. 2021).
Para trabajar la semántica en clase en los apuntes se nos
presentaron diferentes tipos de actividades que, según Miguel Ángel Pérez Daza,
experto en didáctica del léxico y el vocabulario, se pueden clasificar en:
a) Convencionales: ejercicios mecánicos, donde el
vocabulario aparece con escasa o ninguna contextualización. Estas actividades,
en sí mismas, carecen por lo general de funcionalidad, significatividad y
motivación, aunque los avances en las TIC han conseguido, a través de juegos y
aplicaciones gamificadas, dotarlas de interés para los estudiantes.
b) Lúdicas. Suelen ser, en general, mecánicas y poco
contextualizadas, pero tienen a su favor el ingrediente motivador del juego y
de la realización en parejas o pequeños grupos
c) Contextualizadas. todas las palabras están dentro de un
contexto: el texto, ya sea oral, escrito o iconoverbal. Los alumnos han de
captar tanto el significado como el sentido, es decir, la semántica y la
pragmática del vocablo presentado.
d) Realias. Según Cassany, 1994; aquí la motivación viene
dada por la aparición en el aula de documentos reales, es decir, tal y como
aparecen en la realidad extraescolar (Publicidad recogida de los buzones, unos
periódicos, las instrucciones de un electrodoméstico, unas pegatinas, anuncios
aparecidos en los tablones del centro escolar, una instancia de secretaría,
grabaciones en audio o en vídeo, guías de viajes, canciones actuales…).
e) Constelaciones. recurso para explorar y extraer
vocabulario de manera cooperativa, inductiva y dinámica. Según Moreno, “el
concepto fundamental es que todos los vocablos entablan múltiples vinculaciones
lingüísticas; las más importantes son las cinco siguientes: sinonimia,
antonimia, derivación, composición y asociación (fónica y semántica). Se
tratará, por tanto, de mostrar las conexiones o redes léxicas realizadas a
partir de una palabra”.
f) Dramatizaciones. Según Jesús Moreno, “entre las
virtualidades pedagógicas de la dramatización destacamos sobre todo el carácter
globalizador del lenguaje (aúna la expresión verbal y no verbal) y su
multidisciplinariedad (expresión corporal, lingüística, plástica y
rítmico-musical); además, propicia procesos de integración entre los componentes
por los ingredientes cooperativos y lúdicos de esta metodología”.
BLOQUE 5: El sistema de la lengua: morfología y sintaxis.
La gramática se ocupa del estudio de las reglas y principios
que gobiernan el uso de las lenguas y la organización de las palabras dentro de
unas oraciones y otro tipo de constituyentes sintácticos. Además, cada lengua
tiene su propia gramática (Labajo, 2021).
El estudio de le lengua se divide en 4 niveles: Nivel
fonético-fonológico, Nivel sintáctico-morfológico, Nivel léxico-semántico y Nivel
pragmático.
Este tema se centra en el nivel sintáctico-morfológico que
hace referencia el conjunto de elementos y reglas que permiten construir
oraciones con sentido y carentes de ambigüedad mediante el marcaje de
relaciones gramaticales, concordancias, indexaciones y estructura jerárquica de
constituyentes sintácticos. Integra la morfología y la sintaxis, que están muy
relacionados ya que es imposible realizar cualquier tipo de análisis sintáctico
sin tener en consideración la morfología (Labajo, 2021).
Aunque la morfología pueda estudiarse de forma aislada, es
imposible realizar cualquier tipo de análisis sintáctico sin tener en
consideración la morfología, ya que cada clase de palabras desempeña unas
funciones limitadas dentro de cualquier tipo de oración.
Desde 1º de Educación Primaria los alumnos/as empiezan a estudiar
morfología, pero enseguida pasan a reconocer y analizar las funciones de las
palabras dentro de la oración, ya que como hemos visto en los apuntes
morfología y sintaxis son dos unidades indesligables. Los niños/as van aprendiendo
poco a poco los diferentes tipos de palabras que pueden formar una oración y las
funciones principales que éstas desempeñan en el contexto de una oración, pero
siempre de forma reflexiva (Labajo, I. 2021).
En cada curso de la Etapa de Educación Primaria los niños/as
aprenden diferentes aspectos relacionados con la morfología y la sintaxis como
se puede ver en los apuntes: sujeto y predicado, tipos de verbos, sustantivos, adjetivos...
Los docentes debemos ayudar a los alumnos/as a aprender correctamente la morfosintaxis a través de recursos que les ayude a entenderla metalingüísticamente y/o a procesarla en la comprensión o en la producción para que pueda interiorizarla. Hoy en día existen muchos tipos de actividades para trabajar de forma específica los contenidos de morfología y sintaxis en educación primaria, por lo que nosotros como docentes debemos preocuparnos en buscar y elaborar recursos que permitan los permita una reflexión metacognitiva. Además, hoy en día se pueden utilizar multitud de recursos online que a los alumnos les resultarán más atractivos para trabajar estos conceptos, ya que como dice Labajo, I. (2021) resta tiempo a la ejecución de la tarea, ya que no obliga a los niños a escribir en su cuaderno y favorece la corrección inmediata del ejercicio además de aumentar la motivación y el deseo de autosuperación. La actividad de este tema justo estaba relacionada con la búsqueda de recursos educativos online y analizarlos en profundidad. Desde mi punto de vista es muy importante que los recursos que elijamos estén adaptados a la edad de nuestros alumnos/as, a los contenidos que se quieren trabajar, deben ser atractivos y fáciles de usar, y deben aportar un feedback para que puedan aprender de sus errores y afianzar su aprendizaje. Además, para trabajar morfosintaxis a mí me gusta que los recursos online no tengan límite de tiempo para que los alumnos puedan reflexionar sobre sus respuestas ya que por lo general son ejercicios que les cuesta mucho. En el siguiente enlace se pueden ver los 10 recursos educativos que seleccioné: https://viajandoporlasletrasylaspalabras.blogspot.com/2021/05/introduccion-la-gramatica-se-ocupa-del.html
Trabajar la gramática con un enfoque funcional comunicativo,
implica poner el acento no en cuáles y cómo son las formas lingüísticas sino en
para qué sirven y cuál es la mejor opción en cada contexto. Tanto si trabajamos
con textos literarios como no literarios, conviene que estos sean breves y
completos (con su introducción, su desarrollo y su conclusión) y, por supuesto,
adaptados a las competencias cognitivas y lingüísticas de los niños (Labajo, I.
2021).
Conclusión de la asignatura:
Referencias bibliográficas
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Carvajal, G. (2014, 01,24). Criterios para evaluar caligrafía. Recuperado de: https://es.slideshare.net/joviandrea/criterios-para-evaluar-caligrafia
Cassanay, D. (2014, 09, 10. Leer y escribir en el aula con Daniel Cassanay. Formación en un clic. Recuperado de: https://clic.es/formacion/leer-y-escribir-en-el-aula-con-daniel-cassany/
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Instituto Cervantes. Cuadro 3. Niveles comunes de referencia: aspectos cualitativos del uso de la lengua hablada. Disponible en: https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cap_03_03.htm
Instituto Nacional de Estadística. (2018). España en cifras 2018. Madrid (España). Disponible en: https://www.ine.es/prodyser/espa_cifras/2018/files/assets/common/downloads/publication.pdf?uni=4f7e7b429c56ccbc4bf56b3e93ebc47b
Iza Dorronsoro, L. (s.f.). “El plan de lectura en los centros de Educación Infantil y Primaria”. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación.
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Sanz, M. (s.f.). "Hacia la lectura jugando"
Tonucci, F. (s.f.). “El nacimiento del lector”
Vilá i Santasusana. (2011). Seis criterios para enseñar lengua oral en la educación obligatoria. Leer.es
Perfecto.
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